Skip to content

Desde hace tiempo Rodrigo Vergara viene indagando acerca de un lenguaje de la memoria a través de las formas y los materiales. Y, uno diría, sobre todo en la exploración de una permeabilidad y maleabilidad de los materiales; como si en las particularidades de éstas estuviera contenida además la clave o la huella de aquello que hay de inasible en el desgaste de esas permanencias y en sus usos de memoria personal, política.

Esta vez el uso de esas características que aluden imaginadamente a una inmaterialidad, están en las transparencias y sus juegos ópticos, en el sonido y en su furia, así como en las texturas y tramas estilísticas de la cita textual, monumental e histórica. De modo parecido, estas búsquedas estuvieron hace mucho tiempo alguna vez en otra obra antigua de Vergara, en la que aprisionó discos de vinilo en un vidrio (2014). Detrás acaso está la idea de una memoria que subyace agazapada, como la música, y que al ser actualizada es vestigio de otra temporalidad, pero a la vez, y un poco inevitablemente, testimonio vivo de ésta a la que pertenecemos.

Infografía Apumanque (Descargar PDF)